Leyenda de Guayota: ¡el Diablo del Teide!

Entre las historias místicas que pasan de generación en generación en la isla de Tenerife, cabe destacar la Leyenda de Guayota, el temido Diablo que habita en el interior del volcán del Teide. ¡Descubre todos los detalles!

Historia de Guayota

Guayota, el perro negro maligno de Tenerife

Cuenta la leyenda que en el interior del gran Echeyde, el actual Teide, habitaba un diablo maligno que planeaba el mal para la isla. Este ser se transformaba al salir de su guarida y tomaba la apariencia de perro negro que le permitía moverse más rápido por la isla.

Por ese entonces los aborígenes que habitaban la isla de Tenerife, los guanches, veneraban a sus Dioses que principalmente eran los astros y elementos naturales extraordinarios como montañas o volcanes. Uno de los dioses más importantes era Magec, el Dios del Sol y la luz, quien aseguraba la luminosidad de la isla.

Pero Guayota, el ser maligno en forma de perro negro, decidió desafiar la paz de Tenerife.

Secuestro de Magec

Un día el cielo comenzó a oscurecerse y los guanches tenían un mal presentimiento. Guayota había salido del volcán Echeyde y audazmente secuestró a Magec al que llevó al interior del volcán, sumiendo asía la isla en la oscuridad. En esos momentos de penumbra, los hijos de Guayota, los Tibicenas, aprovechaban para destruir los campos y devorar el ganado de los guanches sembrando el terror en la isla.

Los guanches, aterrados, pidieron ayuda a Achamán, el Dios de los cielos, y con súplicas le rogaron que los ayudara a vencer al mal que asolaba su tierra.

Achamán vs Guayota

Conmovido por la devoción de sus fieles, Achamán se embarcó en una lucha titánica contra Guayota. Después de una batalla épica entre lava y piedras de fuego, el bien finalmente triunfó sobre el mal. Magec fue liberado y devolvió la luz a las tierras oscuras. Además, Achamán tapó la entrada del volcán Echeyde para impedir que Guayota volviera a salir.

¿Qué hacer si Guayota Despierta de Nuevo?

Hoy en día, esta leyenda de Guayota sigue viva en el corazón de los tinerfeños. Y la misma hace reflexionar sobre cómo, en momentos de oscuridad y adversidad, la unión y la valentía pueden vencer al mal.

Y aunque el volcán Echeyde duerme en calma, la historia recuerda que hay que estar preparados para enfrentar cualquier desafío que la naturaleza o el destino presenten.

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